La fina carne de conejo tiene un contenido especialmente bajo en grasa y se tolera bien. Los gatos, al igual que los felinos que viven en el medio natural, son carnívoros. Este es el por qué solamente se utilizan productos cárnicos frescos. Gracias a la alta disponibilidad biológica y a la alta calidad de estos productos, su gato necesita una cantidad relativamente pequeña para satisfacer sus necesidades nutricionales diarias.